En la mitología babilónica Tiamat es la diosa primordial del agua salada. Es el símbolo del caos de la creación primordial. Es esposa de Apsu, el dios primordial del agua dulce, y junto a él creo a la primera generación de dioses. Su mito es contado en el Enuma Elish, la epopeya babilónica de la creación.
En el principio de los tiempos solo existía un cúmulo inmenso en el que estaban mezcladas dos fuerzas, pero pronto se separarían para tomar forma propia, Tiamat y Apsu, personificaciones del agua salada y el agua dulce respectivamente. A partir de aquí existen dos versiones del mito de Tiamat. La primera nos narra que Tiamat era una diosa creadora, a través de un matrimonio sagrado entre sal y agua dulce se unió con Apsu, creando pacíficamente el cosmos por medio de generaciones sucesivas. Esta versión de Tiamat es muy similar a Namu, su homónimo dentro de la mitología sumeria.
A su vez, Lahmu y Lahamu fueron padres de Anshar y Kishar, los horizontes, representantes de los límites del cielo y la tierra, y la segunda generación de dioses. De ellos nació la tercera generación de dioses: Anu, el cielo y Ki, la tierra.
Por otro lado, la segunda versión, la cual es sacada del Enuma Elish nos presenta una diosa furiosa, vengativa e implacable. Al igual que en el mito anterior, Tiamat se unió con Apsu, junto a él engendro a la primera generación de dioses, Lahmu y Lahamu, "los fangosos", representaciones del lodo y el sedimento.
Así fueron avanzando las generaciones de dioses hasta llegar a los Igigi, la séptima generación de dioses, a quienes se les ordeno cumplir con las tareas para mantener funcionando la creación, sin embargo, estas deidades menores se negaron, causando estragos en el cosmos. Su rebeldía enfureció a Apsu, quien los amenazo con destruirlos a todos si no cumplían su deber. Los Igigi buscaron la ayuda de Enki, quien acepto y acabo con la vida de Apsu. Por su puesto este atentado en contra de la naturaleza del universo no quedaría impune, pues Tiamat ardió en cólera y prometió vengarse de los jóvenes dioses, dejaría caer sobre ellos todo el poder primordial del océano para limpiar el mundo, acabar con las deidades y reiniciar la creación.
Si lo prefieres tenemos para ti la historia de la diosa Tiamat en video, seguro te encantara, checalo y regalanos un like.
Ahora más temerosos que nunca, los Igigi intentaron recurrir nuevamente a Enki, pero este ya no pudo ayudarlos, pues nadie podía hacer frente a Tiamat, ya que además de su ya de por si inmenso poder, ella poseía las tablillas del destino, por si fuera poco, la diosa tomo como nuevo consorte a su hijo Kingu y junto a él engendro a once monstruos de enorme poder para que lucharan junto a ella en la guerra que se avecinaba. Parecía que Tiamat tenía la guerra ganada, pero Enlil en las primeras versiones o Marduk en las posteriores, logro reunir el poder necesario para enfrentarse a la diosa primordial.
Marduk se apareció en el océano, el dominio de Tiamat y fue recibido por Kingu, que había recibido las tabillas del destino de su madre y sus demoníacos hermanos, quienes estaban listos para destruir al dios, no obstante, y para su sorpresa, el poder de Marduk era enorme, portaba las poderosas flechas de los vientos, una red, un garrote y una lanza invencible. Kingu callo de rodillas, paralizado de miedo al verlo, mientras que sus monstruosos hermanos fueron capturados y atados por Marduk sin que estos pudieran si quiera reaccionar, entonces apareció Tiamat, pero ni siquiera ella pudo hacer frente a Marduk, la diosa intento someterlo con el poder de sus aguas, pero Marduk desato un vendaval que contrarresto las aguas, entonces junto todo su poder en una de sus flechas y la arrojo directo al estómago de Tiamat, la diosa primordial había sido vencida.
"El Señor pisoteó las piernas de Tiamat; con su maza implacable machacó su cráneo. Cuando sus arterias hubo cortado, el Viento del Norte soplo para llevarse su sangre a lugares irrevelados. Viendo esto, sus padres quedaron gozosos y jubilosos; trajeron regalos de homenaje, de ellos a él."
Tiamat fue cortada por la mitad por Marduk, usó sus costillas para hacer la bóveda del cielo y la tierra. Sus ojos llorosos por su derrota se convirtieron en la fuente del Tigris y el Eufrates, mientras que su cola fue convertida en la Vía Láctea.
A lo largo del mundo, diversas culturas llegaron a crear mitos sumamente similares al de Tiamat, algunos de ellos, sobre todo los de culturas cercanas a Mesopotamia, se cree que pudieron haber sido inspirados del mito de Tiamat, pues este relato sería el más antiguo de todos. Este podría ser el caso de Pangu en la mitología china y Púrusha en el vedismo. No obstante, otras civilizaciones lejanas que no guardan relación, también desarrollaron un relato que incluye a un ser gigante y primordial que es utilizado para crear el mundo, como: Ymir, quien fue utilizado por los dioses nórdicos para crear Midgard, pero aún más exótica es la relación de Tiamat con el mito mexica de Cipactli, pues este proviene del otro lado del mundo y los separa todo un océano de distancia.
Aunque actualmente Tiamat es representada como una serpiente o dragón marino, no obstante, en los textos antiguos nunca se describe su verdadera forma. En el Enuma Elish solo se hace mención a algunas partes de su cuerpo, en estas se incluye una cola, un muslo, partes inferiores, que se cree pueden ser tentáculos, pues se dice que los agita simultáneamente, un vientre, una ubre, costillas, un cuello, una cabeza, ojos, orificios nasales, una boca y labios en ella. Mientras que, por dentro se menciona que sus entrañas son arterias y sangre.
Tiamat era uno de los dos seres primordiales de la creación, su poder era el más grande del universo, incluso por encima del de su consorte, pues ella representaba el caos primordial y las fuerzas de la creación. Tiene poder sobre las aguas saladas de los océanos, siendo capaz de inundar todo el mundo y reiniciar la creación a gusto y capricho de ella, por si fuera poco, puede engendrar seres de inmenso poder y es dueña de las tabillas del destino, con las que maneja la naturaleza y el cosmos.