Cipactli (Mitología Mexica)

En un principio solo existía Ometeotl, él por sí mismo dio origen al universo, pero este no era más que un inmenso mar de aguas primordiales. Tras dar origen al universo Ometeotl dio a luz a los dioses, pero los principales fueron los llamados cuatro Tezcatlipocas, estos eran: Tezcatlipoca Rojo, a quien se le conocía mejor como Xipe Totec, el Tezcatlipoca Negro, llamado solo Tezcatlipoca, el Tezcatlipoca Azul, conocido como Huitzilopochtli y Tezcatlipoca Blanco, el dios llamado Quetzalcóatl.

Tras su creación Ometeotl decidió ir a descansar, pero no sin antes pedir a sus hijos que realizaran diversas creaciones, desgraciadamente todo aquello que los dioses creaban caía a las aguas primordiales y era devorado por la temible Cipactli, que no cpermitía dar lugar ni a una sola de las creaciones de los dioses. Incapaces de poder cumplir la primera tarea encomendada por su padre, Tezcatlipoca se ofrecio para asesinar a la bestia, sin embargo, era una tarea imposible para un solo dios, incluso se consideraba difícil para dos dioses guerreros como lo eran ellos, pues el monstruo ya había devorado a muchos dioses que intentaron acabar con él.

Cipactli era muy poderosa y en su dominio, las aguas primordiales, lo era aún más, por si fuera poco, los dioses no se sentían tan cómodos en su territorio, por esta razón debían idear un plan antes de si quiera intentar atacar. Pensaron que lo mejor era atraer al monstruo fuera del agua y que ahí sería más fácil luchar, pero primero debían idear una forma de hacerlo, pues la bestia era muy inteligente y astuta, pero Tezcatlipoca lo era más, pues ofrecería al cocodrilo una carnada que no podría resistir, Espejo humeante cerceno su pierna y la arrojo en las turbias aguas, sacrificándose para lograr su cometido.

Si lo prefieres tenemos para ti la historia de Cipactli en video, seguro te encantara, checalo y regalanos un like.

La temible bestia no podía resistirse a la carne y la sangre del dios, así que no tardo en acudir a comer, las aguas se agitaron de sobremanera y de las oscuras profundidades emergió Cipactli, de un solo bocado devoro la pierna de Tezcatlipoca, pero Quetzalcóatl se apresuró a saltar sobre la criatura y comenzó a apuñalar su espalda con su lanza, Tezcatlipoca a pesar de estar herido no dudo en saltar al lomo del monstruo para ayudar a su hermano, entre los dos hermanos acribillaron a Cipactli, pero su piel era tan dura que no podían causarle daño alguno, además debían esquivar los ataques de sus fauces que constantemente intentaban morderlos y destrozarlos. Después de una dura batalla, los dioses no habían logrado dañar a la bestia, así que no les quedo más que utilizar su poderosa forma de Nahual.

Los hermanos adoptaron su forma más poderosa, La Serpiente Emplumada y el gigantesco Jaguar Negro. Los dioses lucharon una vez más y tras una cruenta batalla Quetzalcóatl logro dar el golpe final a Cipactli, asesinando a la bestia. Tras su muerte, ambos hermanos tomaron el extremo contrario del monstruo y lo estiraron para formar la tierra, sus ojos se convirtieron en estanques, sus fosas nasales en cuevas, su cabello se transformó en los árboles, flores y hiervas, su piel dio origen a las praderas y su espalda formo las montañas. Luego partieron su cabeza en nueve partes y con ellas crearon el cielo, a estas partes les llamaron Chicnauhtopa, que significa los nueve sobre nosotros. Por último, partieron su cola en otros nueve pedazos para crear el inframundo en sus nueve niveles, estos niveles o mundos de los muertos eran conocidos como Mictlán.

Una vez creado el mundo, los hermanos utilizaron las extremidades de Cipactli para formar los cuatro puntos cardinales, colocaron en cada uno de ellos un árbol Tlaltícpac, los cuales separaban el cielo y la tierra, por cada árbol había un titan Tlaloque para custodiarlos y de esta forma asegurar que el cielo y la tierra nunca más se unan otra vez. Tras la hazaña, los hermanos se presentaron orgullosos y triunfantes frente a su padre Ometeotl, quien los felicito por lograr tan enorme proeza, pero recalco su alegría por Quetzalcóatl por haber dado el golpe final a Cipactli, sin embargo, sus palabras envenenaron de odio a Tezcatlipoca contra su hermano, pues creía que debía ser él quien fuera mayormente aplaudido, ya que, de él había sido el plan y el sacrificio para lograr la misión.

Se creía que, a pesar de los esfuerzos de los dioses, la temible Cipactli no murió del todo y que durante algunas noches se podían escuchar sus espeluznantes gruñidos, pues estaba hambrienta de corazones y sangre humana. Se realizaban sacrificios humanos para calmar a la bestia, pero solo con el fin de que la tierra siguiera otorgándoles grandes y prosperas cosechas.

Cipactli era una mezcla entre un cocodrilo y un pez, su tamaño era colosal, su ser estaba compuesto de dieciocho cuerpos, cada uno con su propia boca, sus fauces estaban donde deberían estar sus coyunturas y de ellas brotaban enormes lenguas que se deslizaban entre gigantescos y filosos dientes y colmillos. Su cabeza principal tenía un alargado y descomunal hocico, su cola formidable al punto de que parecía no tener fin. Se le podía ver sumergida en las aguas primordiales o luchando con los dos hermanos Tezcatlipocas.

Esta feroz e insaciable criatura consume todo aquello que se encuentra, al punto de que el interior de su cuerpo pareciera un agujero negro donde se disuelve todo aquello que los dioses crean e incluso muchos de esos dioses corren el mismo destino que sus creaciones. Su piel es sumamente dura, incluso los dioses más poderosos tenían dificultades para dañar a esta bestia. Por último,, pero no menos importante estaban sus inmensas fauces, sus lenguas atrapan a sus presas envolviendolas y sus dientes las destrozaban, siendo capaces de consumir incluso dioses.

El acontecimiento de la muerte de Cipactli era tan importante para los mexicas que el primer día de su calendario llevaba su nombre y ya que los días en el calendario estaban ordenados en orden ascendente en cuanto a belleza y virtudes de los seres humanos Cipactli es la representación más primitiva de la tierra, es el origen, la materia prima, el estado inicial de las cosas y evoluciona hasta llegar al día de xochitl, lo más bello y excelso. De este modo el calendario nos explica cómo debe ser el desarrollo humano, yendo de lo más arcaico a lo sublime.