Anzu, también conocido como Imdugud, es una deidad menor, demonio o monstruo de la mitología sumeria y acadia. Es la personificación del viento del sur y las nubes de tormenta. Fue concebido por las aguas puras del Apsu y la extensa tierra, aunque, en algunas versiones se le toma como hijo de Siris, diosa de la cerveza. Anzu es el antagonista del épico mito conocido como: "Anzu y las Tablillas del Destino".
En la mitología sumeria y acadia, se nos cuenta que Anzu era un pájaro divino, personificaba los vientos del sur y las nubes tormentosas. El poder de la monstruosa ave era bien conocido por los dioses, por ello, Enlil, quien unía el cielo con la tierra y era dueño de las "Tablillas del Destino", nombro a Anzu guardián de su recinto, su deber era resguardar las tablillas mágicas, sin embargo, Anzu traicionaría a Enlil.
Anzu espero a que Enlil se descuidara. Llegado el momento, robo las tablillas y se escondió en la sima de una montaña. Sus acciones causaron grandes estragos, pues se detuvo el funcionamiento del universo y los dioses debilitados perdían sus poderes. Molesto, el dios Anu convoco en asamblea a los dioses y les ordenó recuperar las tablillas, por desgracia todos los dioses temían al nuevo poder de Anzu. Adad, Girru y Shara fueron elegidos para dar caza al demonio, lamentablemente los tres serian derrotados, posteriormente, en un nuevo intento por recuperar su autoridad, los dioses eligieron a Ninurta, quien sería propuesto por Enki, como su campeón y este regresaría a la montaña para enfrentar a Anzu.
Cuando Ninurta encontró a Anzu, el dios intento atacarlo con sus flechas, a lo que Anzu respondió utilizando el poder de las tablillas, con el que destruyo y regreso las flechas al dios, aun con eso, Ninurta se las arregló para arrebatarle las tablillas a la monstruosa ave invocando poderosos vientos. Ahora sin el poder de las tablillas, Anzu intento defenderse con garras y dientes, pero no fue rival para el dios y su maza, quien tras derribarlo con un golpe de su maza le arranco las alas, poniéndole fin a su vida. Tras la derrota de Anzu, Ur, la ciudad donde recibía adoración fue destruida por los dioses.
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Anzu también aparece en el mito de Inanna y el árbol de Huluppu, el ave habitaba el árbol junto a otros demonios, destruyéndolo poco a poco. Para evitar que destruyeran su preciado árbol, Inanna pidió ayuda a Gilgamesh, quien aria escapar al ave junto a sus crías con tan solo sacudir el árbol.
El aspecto de Anzu tiene diversas interpretaciones. La primera de ellas lo representa como un demonio mitad hombre y mitad pájaro, otra versión lo convierte en una gigantesca y monstruosa ave que respira fuego y agua, mientras que otras combinan su aspecto de ave con la de un león, ya sea que se trate de un león alado o de un animal muy similar al grifo.
Como representación del viento del sur, Anzu era capaz de invocar poderosos vientos y desatar tormentas. Su fuerza física era enorme, el aleteo de sus alas provocaba vientos huracanados y sus garras, pico o colmillos podían destrozar a cualquiera. Cuando robo las "Tablillas del Destino", obtuvo un poder inimaginable, pues la magia de este objeto lo proveía de todo tipo de poderes.