Pixiu (Mitología China)

En la antigüedad se creía que el Pixiu era el noveno hijo del dragón y una criatura capaz de auspiciar riquezas. Su apetito era sumamente voraz, no obstante su dieta se basaba en oro y plata, ansiando siempre su olor y siendo capaz de extraer estos metales preciosos de cualquier parte.

Se cuenta que en un principio el Pixiu habitaba en las regiones celestiales junto a inmortales y dioses, no obstante violo las leyes del cielo, pues defeco en el suelo de un palacio y no le dio importancia, por desgracia para él, se encontraba en el hogar del máximo regente de la creación, El Emperador de Jade, quien furioso castigo al animal por su mal comportamiento, tomo a la bestia por la cola, lo azoto tan fuerte que sello para siempre su ano, lo maldijo restringiendo su dieta a nada más que oro y plata y lo mando a vivir a la tierra. Por esta razón el Pixiu solo come estos valiosos metales, pero no puede expulsarlos, dando origen a la creencia y simbolismo que lo unen con la adquisición de riquezas.

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El Pixiu es una bestia híbrida, principalmente posee el cuerpo de un león y la cabeza de un dragón. Según la versión puede tener el cuerpo y patas de un caballo musculoso, o solo el dorso, pero conservando las patas, garras, cola y melena de león, además de unos cuernos de ciervo. Sus ojos son grandes y saltones, sus dientes largos y afilados como cuchillos y sobre su cabeza se yergue un enorme cuerno retorcido.

Siempre se le representa con su enorme hocico abierto y amenazante o engullendo todas las riquezas que pueda. Por último, hay dos variantes de esta bestia que se pueden diferenciar por su ornamenta, el que posee un cuerno es el macho y se le conoce como Pixiu, mientras que, la hembra posee dos cuernos y es conocida como piya.

Esta increíble criatura tiene la habilidad de extraer riqueza de cualquier parte y llevarla a su amo, es capaz de escupir fuego y aumentar el feng shui, protege a sus practicantes de los espíritus malvados, pues los desgarra con sus poderosos dientes y los devora para encerrarlos dentro de él y descomponer su esencia, transformándolos en oro. Además, suele ayudar a quienes tienen mal feng shui para que corrijan su situación.