Las culturas y religiones de la antigua Mesopotamia albergan a los que quizás sean el grupo de dioses más controversial de la mitología. Los Anunnaki, de quienes se han creado teorías que sostienen que estos dioses llegaron del espacio. Lo que cambia su estatus de divinidades, a seres de una raza extraterrestre que en su viaje por las estrellas llegaron a la Tierra en busca de recursos.
La teoría más popular que impulsa esta idea es la conocida como Hipótesis de los antiguos astronautas. No obstante, esta corriente pseudohistórica es muy amplia, pero la parte que a nosotros nos interesa es la serie de Zecharia Sitchin, conocida como Las Crónicas de la Tierra, que consta de una decena de libros, comenzando con El 12mo Planeta.
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Todo este supuesto gira en torno a la interpretación de Sitchin de los escritos antiguos sumerios y del Medio Oriente, lugares megalíticos, y artefactos de todo el mundo. En sus libros, Sitchin teoriza que los dioses de la antigua Mesopotamia eran en realidad astronautas del planeta Nibiru, el cual también orbita nuestro sol y que a día de hoy sigue formando parte de nuestro sistema solar en una órbita elongada de 3600 años.
Según esta misma teoría, el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter son los pedazos restantes de Tiamat, que en esta idea no es una diosa primordial, si no un antiguo planeta que tras su destrucción termino separado en dos, una de estas partes formo un planeta, que tras tomar forma se convirtió en lo que hoy en día conocemos como Tierra, nuestro planeta. Mientras que los fragmentos que no lograron reunirse se convirtieron en el cinturón de asteroides.
Los Anunnaki partieron de Nibiru y llegaron a la Tierra aproximadamente hace 400 000 años con la intención de minar materia prima, especialmente oro, para transportarlo de regreso a su planeta. Con el que se teoriza crearían un escudo protector para la atmosfera de Nibiru.
Sin embargo y debido a su pequeño número, pronto se cansaron de su tarea y comenzaron a crear obreros para las minas por medio de ingeniería genética. Después de muchas pruebas, eventualmente lograron acelerar la evolución del Neanderthal, aportando su propia genética. Así crearon al homo sapiens: el "Adapa", quien en la mitología de babilonia es el primer hombre nacido de la mezcla de los dioses. Gracias a este logro genético lograron saciar su necesidad de trabajadores esclavos.
Sitchin contendía que los Anunnaki participaban activamente en los asuntos humanos hasta que su cultura fue destruida por catástrofes mundiales, causados por el abrupto fin de la última edad de hielo hace unos 12000 años. Viendo que los humanos sobrevivieron y que todo lo que habían construido había sido destruido, los Anunnaki se fueron de la Tierra tras haberle dado a los humanos la oportunidad y los medios de gobernarse a sí mismos.
A pesar del tiempo transcurrido, los escritos de Sitchin sostienen que la tecnología y poder de los Anunnakis aún no ha sido superada por la humanidad, planteando que podían efectuar viajes espaciales y manejar la ingeniería genética hace 450 000 años, y que habrían dejado sus rastros en toda la Tierra con tecnología que aún desconocemos.
Ejemplos de estas supuestas pruebas las podemos encontrar en la construcción de las pirámides egipcias, mayas, aztecas y chinas, en el círculo megalítico de Stonehenge, en el supuesto "puerto espacial de Baalbeck", y en las líneas de Nazca y en Machu Pichu.
Esta teoría, no se los voy a negar, suena muy interesante, desafortunadamente, las suposiciones de Sitchin han sido descartadas por una inmensa mayoría de científicos, historiadores y arqueólogos, que están en desacuerdo con su supuesta "traducción" de textos antiguos, equivocada en muchos casos más no directamente inventada y su comprensión errónea de la física; calificando su interpretación solo como una forma de creacionismo alienígena.
Ya descartamos esta teoría, pero aún queda la pregunta ¿Quiénes eran los Anunnaki? An o Anu, de quien se deriva el termino Anunna, que significa “Hijos de Anu”. Estos anunna vendrían a ser dioses celestes nacidos únicamente del cielo o de este mismo con el océano primigenio.
Según la mitología sumeria, en algún momento, de las aguas primordiales emergió Ki, la tierra. Y se elevó como una montaña hasta que logro unirse con An. A sus hijos se les conoció como Anunnaki, "los descendientes de An y Ki", hijos del cielo y la tierra.
El primero y el más poderoso de estos dioses era Enlil, dios del viento, las tormentas y el clima, además de heredero del señorío sobre el cielo y la tierra. Según la mitología mesopotámica, los Anunnaki eran inicialmente los dioses más poderosos y vivían con Anu en el cielo, pero, a partir del período paleobabilónico, surgieron los Igigi, dioses menores y más jóvenes, a los que se les empezó a considerar como las divinidades celestes, remplazando a los Anunnaki, quienes pasaron a ser designados como los dioses y jueces del inframundo.
La versión babilónica está descrita en el poema Enûma Elish, donde se narra que fue Marduk quien creó la humanidad tras derrotar a Tiamat y después dividió a los Anunnaki entre el cielo y la tierra. Así facilito las cosas para que entre todos los dioses pudieran seguir haciendo funcionar la creación.
Los Igigi, eran dioses de menor importancia, por ello trabajaban para los Anunaki, cavaban zanjas y drenaban canales. De modo que estos eran los verdaderos trabajadores de los Anunnaki, no la humanidad. Estos jóvenes dioses, artos del trabajo, se rebelaron contra sus ancestros, provocando la furia de las deidades primordiales y la guerra divina.
Todos estos actos culminaron con Marduk enfrentando a Tiamat, como ya mencionamos anteriormente. Y similar, pero mucho más precisamente que en la historia de Sitchin, Marduk tomo el cuerpo de Tiamat y con el creo el mundo, separó el cuerpo en dos partes como una concha y puso una de las mitades en el cielo, para evitar que las aguas escaparan. Luego fijó las moradas de algunos de los dioses en el cielo. Estableció las estaciones creando las estrellas y las constelaciones, los meses creando la luna y asimismo creó el sol y las nubes. Luego creo los vientos y las tormentas. Y como acto final tomo los ojos llorosos de la diosa y con ellos creo los ríos Tigris y Éufrates.
Y esta señoras y señores es la verdadera historia de los Anunnaki, la cual se ha pervertido y combinado innumerables veces con “razas alienigenas” e incluso se les ha llegado a dar una connotación maligna, como seres que intentan dominar nuevamente a la raza humana, cuando lo cierto es que los humanos son para muchos de estos dioses, y en especial para Enki, su tesoro más preciado y por el cual incluso estaba dispuesto a dar su vida.