Susanoo (Mitología Japonesa)

El mito de Susanoo comienza luego de que su padre, Izanagi, quien tras escapar del Yomi, el inframundo japones, limpio su cuerpo en las aguas de un manantial, al limpiar su rostro nacerían tres dioses, primero emergieron Amaterasu y Tsukuyomi de los ojos de su progenitor, al continuar con su nariz, surgió Susanoo. Debido a su temperamento y fuerza, su padre le otorgo dominio y autoridad sobre las infinitas aguas del mar, la apacible tierra y el indomable rayo.

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A pesar de haber recibido tanto, Susanoo no estaba conforme con la repartición que su padre hizo de su reino, pues el dios quería aún más, deseaba arrebatar el cielo a su hermana Amaterasu pero, no podía arriesgarse a sufrir la ira de su padre, por ello espero pacientemente, hasta que por fin llego el sueño divino de su padre. Llegado el momento Susanoo reto a su hermana a una batalla por el dominio del cielo, sin embargo, el dios del mar no deseaba que ambos sufrieran heridas innecesarias causadas por un duelo de poder puro, por lo que su enfrentamiento sería una lucha de poder creador, quien lograra crear más divinidades sería el ganador.

Amaterasu fue la primera en actuar, tomo la espada de su hermano, la rompió en tres fragmentos, los lavo en una fuente para purificarlos y los arrojo a su boca, la diosa los mastico y tras unos segundos, soplo el material, haciendo surgir tres hermosas diosas. Para superar a su hermana, Susanoo le arrebato las cuentas de la fertilidad que llevaba en el cuello y con ellas creó a cinco dioses, tras esto, el poderoso dios del rayo se proclamaría vencedor, pero su hermana le hizo ver la realidad, Amaterasu le dijo que como ella era dueña de las cuentas con las que Susanoo creo a sus kami, esos cinco dioses le pertenecían, mientras que las megami nacidas de su espada eran suyas, declarándose vencedora.

Susanoo se negó a aceptar su derrota y a la vez se sintió engañado, así que, destruyo el palacio de su hermana y asesino a su caballo celestial, sus actos causaron grandes consecuencias, pues al causar terror y furia en su hermana, esta dejo su puesto en el cielo para refugiarse en una cueva, sumergiendo al mundo en la oscuridad eterna, Susanoo no tardo en ser juzgado por la corte celestial de ochocientos dioses, quienes lo acusaron de asesinar al caballo celestial, llevar la oscuridad al mundo y provocar la muerte de una de las doncellas de su Amaterasu. Como castigo fue desterrado del cielo y enviado a las tierras de Izumo.

Tras ser expulsado, Susanoo vago solo por la región de Izumo hasta que se encontró con una triste pareja de ancianos, el dios se dirigió hasta ellos y pregunto el motivo de su sollozar, le dijeron que lloraban la muerte de siete de sus hijas, pues cada año el temible Yamata-no-Orochi, una terrorífica serpiente de ocho cabezas y ocho colas volvía para devorar a una de sus descendientes y pronto llegaría el momento de que les arrebatara a Kushinada-hime la más pequeña de sus hijas.

Susanoo se conmovió y pidió a la pareja que le entregaran a su pequeña para salvarla y a cambio también vengaría la muerte de sus hijas, los ancianos aceptaron y de inmediato el dios de la tormenta convirtió a la joven en un peine de muchos dientes y la colocó en su cabello para honrarla.

Tras esto, ideó un plan para aniquilas al monstruo, pidió a la pareja preparar ocho tinas llenas de sake y el construyo ocho puertas colosales, coloco una tina tras cada puerta y espero la llegada de la bestia, cuando apareció, la criatura cayo en la trampa, pues sus ocho cabezas bebieron todo el sake, Susanoo tomo su espada y aprovecho para luchar con la entorpecida serpiente, el dios blandió su hoja como un rayo y cortó todas y cada una de las cabezas y colas del monstruo, tras cortar la cuarta cola encontró una hermosa y poderosa arma, la espada Kusanagi, Susanoo la tomo, pero no la guardo para sí, si no que la guardo para redimirse, el dios de la tormenta la entrego a su hermana como un presente de reconciliación, Amaterasu acepto sus disculpas y le permitió volver a las residencias divinas.

Susanoo es representado como un joven hombre, con cabellos y barbas largas y lacias, porta ropajes blancos con rojo o azul, un peine enganchado a su cabello y siempre carga con su espada. Se le puede ver luchando con la temible serpiente Yamata-no-Orochi o batiéndose en duelo con su hermana.

Susanoo puede provocar poderosas tormentas y maremotos, agita el mar a su gusto y hace llover relámpagos, infunde su espada con el poder del relámpago y la blande con la fuerza y la velocidad del rayo, es capaz de dar vida a nuevas divinidades y por si fuera poco es un hábil, astuto y poderoso guerrero.