En la mitología japonesa, Tsukuyomi es el dios de la luna y la noche, es hijo de Izanagi, el dios creador, de quien nació luego de que este purificara su ojo derecho. De los tres niños preciosos, Tsukuyomi es el más misterioso. Su nombre se compone de las palabras "tsuki" que significa "luna" y "yomu" que quiere decir "lectura", aunque la combinación de ambas se suele interpretar como "noche iluminada por la luna". También es conocido como Tsukuyomi-no-Mikoto.
El mito de Tsukuyomi comienza con su padre. Izanagi logro escapar del Yomi, el inframundo japones y de la furia de su esposa Izanami, limpio su cuerpo en las aguas de un manantial para purificarse de la esencia de muerte que invadía su cuerpo, al limpiar su rostro nacerían tres dioses, primero emergió Amaterasu de su ojo izquierdo y Tsukuyomi la siguió luego de que Izanagi limpiara su ojo derecho, viendo ambos nacer a su hermano Susanoo. Su padre repartió su reino en tres partes, entregando a Tsukuyomi la luna y la noche.
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Tsukuyomi ascendió al Takamagahara mediante la escalera celestial para vivir junto a su hermana Amaterasu, la diosa del sol era sumamente bondadosa y compasiva, odiaba la violencia y cualquier acto de fuerza excesiva e innecesaria, por desgracia algunos dioses mezquinos y temperamentales solían aprovecharse de la benevolencia de la diosa solar, a sabiendas de que difícilmente los reprimiría, pero todo cambio durante una celebración de los dioses, a esta fiesta asistió Uke Mochi, kami de los alimentos, durante el banquete, Amaterasu solicito a Uke Mochi que le sirviera alimentos y la diosa así lo hizo, pero se mostró burlona y grotesca, pues expulso comida por la boca y el ano y se la ofreció a Amaterasu.
Tsukuyomi enfureció de sobre manera, no podía creer el atrevimiento y el que su hermana lo dejara pasar solo lo hacía aún peor, incapaz de controlarse, el dios lunar tomo su arma y asesino a la megami de los alimentos, ante tal acto de violencia, Amaterasu se enfadó con su hermano y aseguro que nunca más lo volvería a ver, de esta manera se dio sentido al paso del día a la noche y viceversa, pues Amaterasu recorría el cielo evitando encontrarse con Tsukuyomi.
Tras la muerte de Uke Mochi, Tsukuyomi sufrió el desprecio de su hermana, pero algo bueno resulto de todo esto, pues se convirtió en un hecho sumamente positivo para la humanidad, ya que, del cuerpo de Uke Mochi surgieron los alimentos terrenales fundamentales de la región, de los ojos de la kami surgió el arroz, de sus orejas apareció mijo, de sus genitales trigo, de la nariz emergieron judías pintas y del recto creció la soja.
Tsukuyomi es representado como un hombre joven, de largo cabello negro o blanco, sin bello en el rostro y su piel es sumamente pálida, se le suele representar con el símbolo de una media luna sobre su frente y portando ropajes de colores oscuros. Se le puede ver sujetando la luna entre sus manos o elevándose a sus espaldas.
Como uno de los tres dioses principales del sintoísmo, Tsukuyomi es un dios sumamente poderoso, controla el movimiento de la luna y por ello interviene en el reino de su hermano, pues puede controlar la marea durante las noches, al igual que sus semejantes, este dios posee un enorme poder de creación, de manera que puede crear a otros kami. Ya por último y como no podría ser de otra manera, es un excelente guerrero.