Njord (Mitología Nórdica)

En un principio, Njord era el líder de los Vanir y vivía en Vanaheim, el reino de los Vanir, junto a sus hijos Freya y Frey, y su hermana Nerthus, quien también era su primera esposa y la madre de sus hijos.

Una gran guerra se desato entre los Aesir y los Vanir, como resultado, ambos bandos decidieron establecer una tregua e intercambiar rehenes. De tal forma que, Njord y sus hijos se unieron a los Aesir como rehenes, no obstante, fueron tratados como miembros de la realeza y lideres legítimos, únicamente tenían prohibido abandonar el reino de Asgard. Además, Njord había sido obligado a dejar a su esposa, pues una relación como la suya, aunque normal en su reino de origen, no era bien vista por los Aesir.

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Se cuenta que los dioses Aesir habían aniquilado a un jotun llamado Pjaz, por haber raptado a una de sus diosas. La hija del gigante asesinado se presentó en Asgard armada y con sed de venganza, estaba dispuesta a todo con tal de vengar la muerte de su padre, se trataba de Skadi, la diosa del invierno, los dioses no deseaban hacerle daño, aunque tal vez la realidad era que muchos le temían, así que, le hicieron varios regalos para apaciguarla, Odín puso los ojos de su padre en el firmamento como estrellas y una vez calmada le hizo el mayor de los regalos, la dejo desposar a uno de los dioses solteros cualquiera que ella deseara, pero tendría que hacerlo solo viendo sus pies, Skadi quería al hermoso dios Balder, pero sin querer termino eligiendo a Njord. Se convirtieron en marido y mujer, pero su relación no era muy amorosa, pues se la vivían discutiendo por la ubicación de su hogar.

Njord estaba acostumbrado a vivir en las costas cerca del mar, pero su esposa lo había llevado junto a ella, al frio de Jotunheim. Para el dios el clima del lugar era insoportable, pero a su esposa le irritaba el calor y el ruido del oleaje de las playas de Njord, por lo que alternaban su lugar de residencia, pasaban nueve días en la morada de Skadi y tres noches en las tierras de Njord, simbolizando el predominio de las bajas temperaturas durante la mayor parte del año en las latitudes septentrionales. Lamentablemente su acuerdo fue insostenible para ambos, así que, terminaron separándose y al final Njord volvió a su amada playa.

Como todos los Vanir, Njord era una divinidad más asociada a la naturaleza que a las actividades humanas, sin embargo, al representar el mar y la prosperidad que este da, se le aclamaba para calmar las tormentas, tener tranquilos viajes marítimos y fortuna en la pesca y en los negocios. Tal era su asociación con la abundancia que los antiguos nórdicos tenían un dicho para los más ricos: "Ser tan rico como Njor".

Se dice que Njord será uno de los pocos dioses que sobrevivan tras la temible batalla del fin del mundo y que continuara con sus deberes para restaurar el mundo luego de la terrible destrucción que dioses, gigantes y monstruos causaran.

La apariencia de Njord suele ser la de un hombre mayor, de largas y blancas barbas y cabellos, se le suele mostrar acompañando a los barcos en sus viajes o soplando las tormentas y agitando las aguas del mar.

Como dios de los mares, Njord puede controlar las mareas y las tormentas, ayuda a los marineros con la pesca y vientos favorables para sus viajes, además, ayuda a quienes lo veneran con prosperidad y suerte en los negocios.