Hánuman (Mitología Hindú)

Según cuenta la leyenda, Anjana, quien era una apsara, un espíritu de las nubes y las aguas, se encontraba adorando al dios Vayu al mismo tiempo que el rey Dasharatha de Ayodhya realizaba el Yajña para poder concebir hijos. Como resultado, el rey recibió granos sagrados de arroz que debían ser repartidos entre sus esposas, lo que daría lugar al nacimiento de Rama, Laksmana, Satrughna y Bharata.

Por orden divina, algunos de estos granos llegaron a Vayu, quien los entrego a Anjana para que los comiera, dando lugar al nacimiento de Hanuman. El Ramayana cuenta que, durante su infancia, Hanuman despertó una mañana con hambre y vio el sol naciente de color rojo, por lo que lo confundió con una fruta madura, así que, salto para intentar comérsela, esto fue visto por el dios Indra, quien intervino golpeando a Hanuman con su rayo. Tras el impacto, Hanuman cayó fulminado al suelo. Este acto despertó la furia de Vayu, quien en venganza retiró el aire de toda la tierra, ocasionando dolor y muerte entre todos los seres vivos del planeta. Por ello, Shiva tuvo que intervenir para resucitar a Hanuman y que así Vayu regresara el aire al mundo.

Como indra había sido el culpable de lo sucedido, no le quedo de otra que concederle a Hanuman el deseo de que su cuerpo sea tan duro como el Vajra de Indra, su arma, de la cual se decía era indestructible, tan dura como el diamante. Además de Indra, otros dioses otorgaron sus bendiciones a Hanuman: Agni le concedió inmunidad al fuego; Varuna le cumplió un deseo para que el agua no lo dañara; Vayu lo bendijo para ser tan rápido como el viento y que este no lo lastimara y por último Brahma le concedió el poder para moverse a cualquier lugar que desee sin la posibilidad de ser detenido.

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Cuando Sita, la esposa de Rama, fue secuestrada por Ravana, el príncipe Rama y su hermano se encontraron con un grupo de monos y su rey, Sugriva, quien en un principio desconfió de los hermanos, pero afortunadamente para este momento Hanuman ya servia al rey mono como consejero. De inmediato Hanuman sintió una conexión inexplicable con los hermanos, en especial con Rama, de quien emanaba una enorme bondad, por ello les ayudo a ganarse la confianza de Sugriva y pronto todos forjaron una inmensa amistad. Los monos juraron ayudar a Rama en su misión para recuperar a su amada y terminar con el reinado oscuro de los demonios. Sugriva envió exploradores en las cuatro direcciones para buscar a Sita. Hanuman viajo al sur junto a otros monos y el oso Jambavan, al llegar al extremo sur de la India se encontraron con el océano y lograron divisar en el horizonte la isla de Lanka.

El grupo sabía que la isla era la capital de los demonios y el recinto de Ravana, así que, se dispusieron a investigar la isla, desgraciadamente ninguno era capaz de nadar o saltar tan lejos. Únicamente Hanuman era capaz de lograr tal hazaña, creció hasta alcanzar el tamaño de una montaña y salto en dirección a la isla, conforme se acercaba redujo su tamaño para evitar ser descubierto, de forma que al aterrizar ya era tan pequeño como una hormiga, tamaño que aprovecho para colarse en la ciudad. Después de buscar por un rato encuentra a Sita en un jardín, custodiada por guerreros demoníacos, Hanuman espero a que se quedaran dormidos y llegado el momento se acercó a Sita, quien le revelo como fue que llego a ese lugar. Hanuman se ofreció a sacarla de ahí, pero en ese momento fueron descubiertos, Hanuman fue capturado y llevado a la corte de Ravana.

Hanuman advirtió al rey demonio que Rama iría a buscar a Sita y nadie podría detenerlo, lo que no causo más que la risa de Ravana y como castigo por su amenaza, ordeno a sus sirvientes prenderle fuego a su cola para torturarlo, sin embargo, cada vez que colocaban aceite en su cola, esta crecía, cuando por fin la encendieron, Hanuman hizo uso de su enorme fuerza para liberarse y salió saltando por una ventana, así recorrió azotea tras azotea, quemando edificio por edificio, quemando gran parte de la ciudad. Hanuman volvió con su grupo y juntos llevaron las noticias a Rama, quien reunió el apoyo del ejército de Sugriva y marchó hacia Lanka. Comenzando así la legendaria batalla de Lanka.

Durante la larga contienda, Hanuman se desempeñó como general en el ejército de Rama, se enfrentó a miles de raksasas y lucho contra el inmenso Kumbhakarna. No obstante, no pudo hacer nada para proteger a Laksmana, quien fue herido de muerte por una de las flechas de Indrajit, solo las hierbas sanadoras del Himalaya podían salvarlo, y únicamente Hanuman era capaz de hacer el viaje rápidamente, así que, haciendo uso de las fuerzas que le quedaban, creció hasta ser enorme y de un solo salto llego hasta la cordillera, sin embargo, no sabía cual era la planta correcta, así que, arranco la montaña entera de la tierra y la llevo de regreso a la batalla.

Finalmente, Rama reveló sus poderes divinos como encarnación de Vishnu y derroto a Ravana. Tras poner fin a la guerra regreso a su hogar, tomo su lugar como legitimo rey de Ayodhya y bendijo a todos los que le ayudaron en la batalla con regalos. Cuando Rama entrego a Hanuman su regalo este lo tiro, lo que dejo perplejos a los presentes, no obstante, Hanuman le dijo al rey que no necesitaba un regalo para recordarlo, pues siempre lo llevaría en su corazón, entonces abrió su pecho y revelo una imagen de Rama y Sita en su corazón, Rama lo curo y le ofreció otorgarle la inmortalidad, pero Hanuman también lo rechazo y solo pidió un lugar a los pies de Rama para adorarlo. Conmovido, Rama lo bendijo de igual forma con la vida eterna.

Hanuman tiene el aspecto de un mono alto y musculoso, es descrito como kurup, feo por fuera, pero a su vez sundar, hermoso por dentro, aunque, algunas versiones lo describen guapo con una tez de oro fundido. Se le suele representar cargando una enorme maza de oro en una de sus manos y en la otra carga con una de las montañas del Himalaya.

El habilidoso Hanuman posee multitud de poderes. Es extraordinariamente fuerte, capaz de levantar y llevar cualquier carga, realiza saltos enormes con los que podía recorrer kilómetros de una sola vez. Puede modificar su tamaño a conveniencia, encogiéndose tanto como una hormiga o elevándose por encima de cualquier montaña. Es inmune a los elementos, su piel es tan dura como el diamante y su habilidad para el combate es excepcional, pues acabo con miles de demonios utilizando su maza dorada.