Parashurama (Mitología Hindú)

Se cuenta que el sabio Yamád Agni vivía en paz y tranquilidad junto a su amada esposa Renuka, que en ese entonces era la diosa que se encargaba de dirigir los elementos del agua, residían en su "ashram" o lugar de meditación, cerca del río Ganges. La pareja engendro a cuatro hijos, siendo Parashurama el más pequeño, pero también el más poderoso y agresivo, lo cual resultaba muy extraño, pues había nacido de un padre brahmán.

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Para mantener su posición, Renuka debía mantener su corazón puro permanentemente, pero un día, mientras tomaba trozos congelados de agua del río, la diosa logro ver algo extraño en el reflejo del hielo, así que, alzo la mirada al cielo, observando sobre su cabeza a varias figuras que revoloteaban y jugaban, logrando distinguir a Chitra Ratha, el rey de los gandarvas o músicos celestiales, quien estaba vestido solo con una guirnalda de flores, descendió sobre el agua y comenzó a copular con sus apsaras, quienes eran consortes de los gandarvas, fue tal la belleza del acto que Renuka quedo profundamente enamorada de ello. Desgraciadamente al entrar el deseo en su corazón, dejo de ser pura e inmediatamente el agua se licuo, pasando de estado sólido a liquido e impidiendo su recolección, pues ahora era necesario un recipiente para tomarla.

Tras ver a su esposa cargando agua en vasijas, Yamád Agni se percató de inmediato de que su mujer había perdido su pureza, lo que despertó su ira, al punto de pedir a sus hijos que le llevaran su cabeza, pero ninguno se atrevió a hacerlo, entonces el sabio llamo a su hijo más pequeño, Rama, para que les cortara la cabeza a sus hermanos por desobedecerle y a su madre por su mente adúltera, Rama que era incapaz de faltar a su padre, no tuvo más remedio que tomar su hacha y decapitarlos, desde ese momento seria conocido como Parashurama, 'el Rāma del hacha'.

Luego de realizar tan brutal acción, Parashurama entristeció y lloro, era tanto el dolor que demostraba que su padre dejo de lado su furia y en compensación ofreció a su hijo una bendición por su obediencia, pero Parashurama le pidió que devolviera la vida a su madre y hermanos y que hiciera que no recordaran que él los había matado. Yamád Agni utilizo sus poderes místicos para pedirle al dios Vishnu que descendiera al mundo y reviviera a Renuka, entonces el dios se manifestó y le pidió a Parashurama que uniera la cabeza de su madre con su tronco, pero el joven estaba tan perturbado que erróneamente unió la cabeza de su madre al cuerpo de un paria, quien también había sido mandado decapitar por el sabio. Debido a su error Renuka logro recobrar todas sus virtudes divinas, pero ahora estaban unidas a los vicios del hombre de bajo linaje y debido a sus impurezas Yamád Agni la alejo de su lado. Debido al abandono de su marido, la mujer se entregó a todo tipo de perversiones. Parashurama que aún se sentía en deuda con su madre, consiguió que los dioses le entregaran el don de la curación para alejarla de su vida llena de pecados y de que de esa manera pudiera regresar a su ashram.

Tras recuperar a su madre, Parashurama emprendió un viaje de meditación para ganarse el favor del dios Shiva. El joven avatar practico el yoga y todo tipo de austeridades, hasta que por fin logro complacer al dios de la destrucción, de quien recibió un hacha y aprendió los métodos de la guerra y las batallas.

Resultaba que Yamád Agni, como premio por sus austeridades, había recibido de Brahma una bendición, el dios creador le otorgo a la vaca sagrada Kama Dhenu, quien podía materializar cualquier cosa que se le pidiera, fue por medio de esta vaca que se había podido alimentar a la armada del rey con todo tipo de manjares y bebidas, los soldados se percataron del animal y determinaron que tan fascinante y maravillosa criatura solo debía estar en manos de su señor, así que, la reclamaron en nombre del rey, pero Ranuka se negó a dárselas. Al momento de su partida, los guerreros tomaron a la vaca y a su ternero por la fuerza y la llevaron al reino de Avanti.

Ranuka amaba a la vaca y a su cría más que a su propia vida, perderles la dejo sumamente afligida. Al regresar a su hogar Parashurama encontró a su madre inconsolable y le pregunto la razón de su llanto, a lo que Ranuka le dijo: "¡Hijo mío, que miseria! Los hombres de Áryuna nos han robado a Kama Dhenu y a su pequeña cría", entonces Parashurama respondió: "¿Cómo se atreven a realizar tal pecado? No te preocupes madre, yo me ocupare de él".

El joven avatar tomó su hacha y se dirigió a Mahisha Mati, la capital de Avanti, para retar al rey. Kartaviria Áryuna era el gobernante de la casta de los chatrías, poseía un cuerpo colosal y poderoso con mil brazos y por si fuera poco se había ganado el favor del dios Dattatreya, quien le otorgo bendiciones que lo hacían invencible, sin embargo, abuso de su poder y se convirtió en un tirano despiadado y malvado. Apenas llegar a la capital, Parashurama irrumpió en el palacio de Áryuna y lo desafió abiertamente: "Has robado a nuestra vaca sagrada Kama Dhenu, ¡Si aprecias tu vida devuélvela!".

Áryuna no se tomó en serio las palabras del joven e insolentemente le dijo: "Nosotros los chatrías tenemos derecho a gozar de las mejores cosas que este mundo pueda ofrecer, mientras que tu y tu padre nacieron solo para rezar y hacer penitencia, así que, la vaca se queda en mi palacio". Enseguida el rey envió a su poderoso ejército a enfrentar a Parashurama, pero nadie fue rival para él, Áryuna no podía creer que todo su ejército hubiera sucumbido ante un solo guerrero y enfurecido decidió enfrentarse a él, arranco árboles y rocas de raíz y se los arrojo con enorme fuerza, pero todo lo que le arrojaba era cortado por el hacha de Parashurama, entonces el rey colmo sus mil manos con todo tipo de armas y escudos para luchar.

La furia segó a Áryuna, lo que provocó que olvidara su maldición, pues el Sapta Rishi, Vásishtha, lo había maldecido por destruir su ashram mientras incendiaba un bosque. "Un día te encontrarás con un hombre tan poderoso que te cortara todos y cada uno de tus brazos". Parashurama ataco al rey haciendo uso de todas sus habilidades de combate, era tan superior que cortaba los brazos de Áryuna como si de hierba se tratara, tras dejarlo manco cargo con fuerza contra el soberano y descargo sobre él su hacha con toda su furia, asestando un golpe mortal en su cuello, poniendo fin al combate y a su vida. Una vez que Áryuna cayo, los pocos soldados que quedaban de su ejército corrieron por sus vidas y Parashurama pudo regresar a su hogar junto a Kama Dhenu y su cría.

En el ashram sus padres lo esperaban ansiosamente, Parashurama sorprendió a Ranuka con la vaca y su cría, llenándola de dicha por recuperar a los animales y a su hijo, su más grande bendición. Desgraciadamente Yamád Agni no estaba contento con la aventura de su hijo, pues su hazaña había creado enemistad entre los brahmanes y chatrías, así que, debía peregrinar por el mundo para expiar su pecado y Parashurama obedeció la orden de su padre. Por otro lado, los hijos de Áryuna ansiaban vengarse, esperaron a que Parashurama dejara su hogar y aprovechando su ausencia lo invadieron y mataron a Yamád Agni.

Al regresar de su peregrinaje, Parashurama se enteró de la tragedia y pregunto a Ranuka quienes habían sido los responsables, pero su madre estaba tan traumatizada que no pudo decir ni una sola palabra, ante la negativa de su madre el guerrero se acercó al cuerpo de su padre y notó veintiún heridas en su cuerpo, en ese momento Parashurama se percató de dos cosas, primero reconoció que los asesinos de su padre habían sido los chatrías y segundo descubrió que era un avatar del dios de la preservación, quien se había encarnado en esa era para castigar a la casta de los reyes por abusar durante mucho tiempo de su poder. Armado y furioso, tomó su hacha una vez más y se dirigió directamente al palacio de la realeza, ataco y dio muerte a todos los príncipes, despedazándolos con su hacha.

La furia de Parashurama no se detuvo ahí, pues acabo con todos los miembros masculinos del clan del rey Áryuna, sus hijos, primos, tíos e incluso ancianos. Luego de exterminar a la realeza recorrió los alrededores y ejecuto a cuanto chatría encontró. Su venganza se extendió durante veintiún años, en los que destruyo a los injustos chatrías, hasta que por fin los extermino de la faz de la tierra, se dice que llego a matar veinticuatro generaciones y que en su última batalla lleno cinco estanques con la sangre de sus enemigos, se bañó en uno de ellos, limpio su hacha y realizo rituales en honor a su padre. Con su venganza concluida Parashurama finalmente ceso su ira, se dedicó a realizar penitencia y se cree que gracias a su inmortalidad gobernó hasta el fin de esa era.