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Tras la creación del mundo los Titanes pasaron a gobernar la creación de sus padres, los dioses Primordiales. Prometeo formaba parte de esta segunda generación de dioses a los que se les entrego el reinado de la creación, todos los Titanes poseían características y poderes que los volvían únicos, en el caso de Prometeo este rasgo era la capacidad de ver el futuro, de esta manera logro ver a la próxima generación de dioses y como estos lucharían con sus antecesores en una guerra de la cual resultarían vencedores y tomarían el poder. Sabiendo esto y llegado el momento Prometeo decidió no oponerse a Zeus, razón por la cual una vez acabada la guerra el nuevo rey del mundo lo perdono a él y a su hermano Epimeteo y les encargo poblar la tierra con todos los animales que imaginaran.
Epimeteo imaginaba todo tipo de animales y Prometeo los creaba, los hermanos entregaban un talento especial a cada uno de los seres que creaban con el fin de crear un ecosistema equilibrado. Su última creación fue el hombre, a quien reservarían para el final, pues, querían que fuera el más especial de todos. Desgraciadamente, al moldear al primer humano en la arcilla de los dioses se percataron de que habían utilizado todos los talentos en sus anteriores creaciones, Prometeo angustiado acudió a la diosa Atenea para mostrarle su trabajo, la diosa de la sabiduría quedo fascinada con el trabajo del Titan y decidió ayudarlo entregándoles el don de la inteligencia.
Con la bendición de Atenea la humanidad pobló el mundo junto a las otras creaciones de los hermanos Titanes, sin embargo, Prometeo no estaba contento con el resultado, ya que, el quería que la humanidad destacara por encima de los demás animales, pero lo que el veía era solo un mono más inteligente. EL hombre vivía asustado, escondiéndose de todo animal y con miedo a la oscuridad, una vez más Prometeo acudió a Atenea quien le aconsejo presentarles el fuego a los mortales. Durante la puesta de Sol Prometeo corrió al encuentro con Helios, acerco una antorcha al Titan encendiéndola, entusiasmado corrió a entregarla a su creación, la cual una vez frente al fuego comenzó a desarrollarse rápidamente, de manera que comenzaron a dominar la naturaleza, esta vez Prometeo estaba satisfecho.
Cuando Zeus se percató del gran avance de la raza humana decreto que el hombre debía honrar a los dioses ofreciendo sacrificios, para evitar que su creación fuera exprimida Prometeo intervino, formulo un plan para intentar engañar al rey del Olimpo en nombre de la humanidad. Pidió a su creación que sacrificaran un toro a los dioses y que el resultado de la ofrenda fuera separado en dos partes, una de ellas sería pequeña, pero contendría las mejores partes de la carne y sería cubierta por la piel del animal, la otra pila sería mucho más grande, pero no contenía más que huesos envueltos en la grasa del animal, lo que hacía que se viera hermosa, el astuto Prometeo sabía que el ambicioso Zeus tomaría la parte más grande y que de esa manera el hombre se quedaría con la mejor parte. Todo marcho de acuerdo al plan, sin embargo, Zeus al darse cuenta enfureció y le arrebato el fuego a la humanidad.
Tras perder el fuego, la humanidad comenzó a retroceder y una vez más fue presa de la oscuridad. Triste por su amada creación Prometeo se decidió a regresar el fuego a la humanidad sin importar las consecuencias, el Titan ascendió al Olimpo y robo la llama sagrada de la fragua del dios Hefesto. Una vez regreso el fuego a la humanidad, esta comenzó a florecer una vez más, desgraciadamente al anochecer el poderoso Zeus diviso el destello de las llamas, encolerizado ordeno llevar ante el a Prometeo que esta vez sería castigado por su afrenta.
El castigo de Prometeo consistió en ser encadenado a una roca en el Cáucaso donde sufriría eternamente, pues un ave enorme se encargaría de rasgar su carne y devorar su hígado, causándole un indescriptible dolor, sin embargo, el tormento no paraba aquí, pues al ser un Titan inmortal su hígado se regeneraba durante la noche, por lo que el ave volvía al día siguiente y repetía su sufrimiento, haciendo así un castigo eterno. El castigo perduro durante un innumerable periodo de tiempo hasta que el héroe Heracles rogó a su padre el perdón para Prometeo y Zeus acepto liberarlo.
El Titan Prometeo era descrito como un hombre maduro y musculoso, de cabellos y barbas largas. Se le representa cargando el fuego sagrado o en su castigo, siendo torturado por el ave que devora su hígado.
Como Titan Prometeo goza de gran fuerza e inmortalidad, sin embargo, sus mayores habilidades están en su inteligencia y astucia, además de su extraordinario poder para visualizar hechos y actos del futuro.