Garm (Mitología Nórdica)

El perro del inframundo, es una criatura de la cual se tiene poca información, pero afortunadamente se le menciona en el relato posterior a la muerte del dios Baldur, en este se nos describe su apariencia y la labor que desempeña en el reino que protege.

Tras la muerte del dios Baldur a manos de su hermano, quien fuera engañado por el tramposo Loki, Odin viajo a lomos de su caballo Sleipnir hasta el Helheim, pues deseaba conocer el destino que le esperaba a su hijo fallecido, al llegar a la entrada del escabroso y oscuro reino, la cual estaba ubicada en la cueva Gnipahellir, se encontró con el espeluznante perro Garm, este se encontraba atado a Gripahell, la roca aulladora, la bestia se escondía tras la roca y atacaba a todo aquel que intentara cruzar, sin embargo, el rey de los Aesir logro atravesar sin problema gracias a la velocidad de su corcel que fue demasiada para el perro de pecho sangriento que no logro atraparlos.

Para cruzar hasta el reino de Hela los muertos debían atravesar la guarida de Garm, la unica forma de apaciguar al monstruoso perro y que este no los atormentara, era ofreciéndole pan de Hel, desafortunadamente este pan era entregado unicamente a aquellos que en vida ofrecieron pan a los necesitados.

En la batalla del fin del mundo se profetiza que Garm aullara con tal fuerza que se liberara de sus ataduras y acudirá junto a su reina al campo de batalla del Ragnarok, seguido por las almas de los muertos más viles, quienes se unirán a las fuerzas del mal. En el combate Garm se enfrentara al dios Tyr con quien tendrá una de las batallas más terribles y sangrientas, de la pelea ninguno de los dos saldrá victorioso, pues se darán muerte el uno al otro.

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La apariencia de Garm es la de una mezcla de perro y lobo de enorme tamaño, con el pecho siempre cubierto de sangre. Se le suele mostrar defendiendo la entrada de Helheim, a lado de Hela o combatiendo al dios Tyr. En algunas ocasiones su aspecto es más monstruoso, pues su carne se muestra descompuesta.

Este feroz can es una de las bestias más peligrosas y aterradoras, pues su ferocidad lo hace imparable hasta que acaba con su enemigo o muere en el intento, sus colmillos, garras y tremenda fuerza le permiten rivalizar incluso con los dioses.