Forseti (Mitología Nórdica)

Nacido en el esplendor de Asgard, Forseti heredó la bondad y la sabiduría de sus padres, convirtiéndose en el árbitro más justo entre los dioses. Su hogar era conocido como Glitnir, un palacio resplandeciente con paredes de oro y plata. Este majestuoso lugar simboliza la pureza y la claridad de la justicia que Forseti imparte. Su vestíbulo y dorados pilares, irradiaban una luz que podía ser vista desde una gran distancia.

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La elocuencia y sabiduría de Forseti no tenía igual en Asgard, por ello presidia la justicia junto al dios Tyr, no obstante, mientras el dios de la guerra ejercía la justicia sobre los sangrientos asuntos de la ley carnal, Forseti presidía las disputas resolviéndolas mediante la mediación.

Se sentaba en su vestíbulo, dispensando justicia a aquellos que la buscaban, y era dicho que siempre podía proveer una solución que todas las partes consideraran justa.

Debido a que su padre Balder, era un dios dulce y que favorecía la paz, Forseti se vio influido para asegurar la paz de todos aquellos que eran juzgados por él en tanto cumplieran con su sentencia. Era tan respetado que sólo los más solemnes juramentos eran pronunciados en su nombre.

Forseti, tú que eres justo y sabio, ayúdanos a resolver esta disputa.
Escucharé a ambos con atención y encontraré una solución que honre la verdad y la justicia.

Forseti escucho pacientemente todas las partes, analizo los hechos y finalmente dicto su veredicto. Su juicio es siempre imparcial y busca mantener la paz y el equilibrio.

Mi veredicto es este: cada uno debe recibir lo que es justo, basado en la verdad que he escuchado. Que la paz reine entre vosotros.