Kagutsuchi, también conocido como Hi-no-kagutsuchi-no-kami, es la deidad del Fuego en la mitología japonesa. Es hijo de Izanagi e Izanami y uno de los dioses más antiguos de su panteón. Su nombre esta compuesto por los kanjis Hi-no que se refiere a directamente a una deidad del fuego, "Kagu" que significa resplandecer y tsuchi partícula especial para referirse a seres sobrenaturales, con lo que podemos traducir su nombre como Dios del fuego resplandeciente.
Luego de que Izanami diera a luz a las Oyashimakumi, las ocho grandes islas de Japón, ella junto a Izanami se propusieron dar vida a nuevos kami para que dieran forma a la tierra que acababa de nacer. Así alumbro al kami del mar, el viento, los árboles, montañas y demás manifestaciones naturales, a este periodo se le conoció como la creación de los dioses. El amor de Izanagi e Izanami siguió dando frutos, sin embargo, al traer al mundo a Kagutsuchi, la madre exhausta ardió en las llamas de su hijo hasta la muerte, Izanagi intento salvarla, pero le fue imposible hacer algo, no pudo más que contemplar como su pequeño consumía la vida de su madre, avivando su propia llama.
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Del cadáver de Izanami nacieron los kami de la muerte y el dolor, de igual forma, las lágrimas de Izanagi por su esposa crearon a nuevos kamis. Una vez agotado su llanto, Izanagi se llenó de furia, desenvaino su espada y con ella arrebato la vida a Kagutsuchi, partiéndolo en ocho pedazos, de la sangre derramada del recién nacido brotaron otros dioses y de los pedazos de su cuerpo nacieron los ocho volcanes de Japón.
En el arte Kagutsuchi es representado como un hombre vestido con ropajes blancos, con llamas a sus pies y en algunas ocasiones en su cuerpo, mientras que, en la cultura popular casi siempre es mostrado como un ser hecho entero de fuego, con llamas que rodean su cuerpo y una máscara cubriendo su rostro.
Como kami del fuego Kagutsuchi tiene total dominio sobre este elemento, de manera que puede arrojar sus llamas, las cuales son tan poderosas que pueden incinerar incluso a otras deidades, también puede hacer surgir volcanes ardientes y provocar terremotos.