La Yamauba es una figura importante del folclore japonés, especialmente en leyendas de la era medieval. En las historias, Yamauba es una mujer anciana que habita en las profundidades de las montañas, a menudo vista como una bruja o espíritu maligno.
Algunas historias presentan a Yamauba como una figura maternal que ayuda a quienes están en apuros o protege a los niños abandonados. Sin embargo, otras la muestran como una devoradora de personas, particularmente de niños o viajeros desprevenidos.
Yamauba, también es la "madre" adoptiva del héroe folclórico Kintaro, el niño de oro, que fue criado por ella en las montañas y creció con una fuerza sobrehumana. En esta versión, Yamauba no es malévola, sino una figura protectora, aunque sigue conservando su carácter misterioso y salvaje.
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Se considera que Yamauba representa la dualidad de la naturaleza: puede ser benéfica, dadora de vida y al mismo tiempo peligrosa y destructiva. Además, al estar asociada con el bosque y la montaña, también es vista como un símbolo de la vida rural y de la naturaleza indomable y desconocida.
Yamauba aparece en varias leyendas y cuentos populares japoneses. Algunos de los más destacados incluyen los siguientes:
La historia de Kintaro, uno de los héroes folclóricos más famosos de Japón, incluye a Yamauba como figura maternal. Kintaro, es conocido por su fuerza sobrehumana, criado por Yamauba en las montañas tras ser abandonado o perdido. Yamauba lo cuida, y él se convierte en un aliado de los animales del bosque. Esta leyenda enfatiza el lado protector de Yamauba y su relación cercana con la naturaleza.
En algunas leyendas, se cuenta que monjes o viajeros encuentran a Yamauba mientras atraviesan las montañas. En un relato, un monje que pasa por su choza es invitado a quedarse a pasar la noche. Yamauba le ofrece hospitalidad, pero más tarde revela su verdadera intención de devorarlo. El monje se salva usando mantras o escapando a tiempo, ilustrando así la naturaleza ambigua de Yamauba como una figura de advertencia para los viajeros.
Issun-boshi, el "pequeño guerrero" de un centímetro, encuentra a Yamauba en algunas versiones de su historia. En estas variantes, Issun-boshi se enfrenta a Yamauba usando su ingenio y habilidades. Esta leyenda destaca la astucia y valentía del héroe frente a la naturaleza siniestra de Yamauba.
En la historia de la Mujer del Monte Adachigahara, Yamauba se convierte en una de las versiones de la legendaria "bruja de Adachigahara". Una bruja anciana vive en una cabaña y engaña a los viajeros ofreciéndoles refugio, para luego intentar devorarlos. A veces, la bruja se describe como una manifestación de Yamauba, representando el lado más oscuro de su personalidad y alimentando su reputación de devoradora de personas.
El Kokin Wakashū, una antología de poesía clásica, también menciona figuras similares a Yamauba. Los cuentos poéticos de esta antología la describen como una anciana sabia y mágica, habitante de montañas misteriosas y profunda conocedora de secretos, aunque no siempre con intenciones malas.
Una versión especialmente aterradora de Yamauba es la leyenda de la bruja de Kusatsu. Esta historia presenta un lado mucho más siniestro de Yamauba, una figura aún más temida en el folclore japonés por su insaciable apetito y naturaleza engañosa.
En esta leyenda, un grupo de viajeros pasa por el pueblo de Kusatsu y, al caer la noche, buscan refugio en una cabaña. La dueña de la cabaña, una anciana amable, les ofrece un lugar donde quedarse y les sirve comida. Sin embargo, mientras se acomodan para dormir, uno de los viajeros nota algo extraño:
La anciana tiene una expresión inquietante y murmura en voz baja mientras trabaja en la cocina. Uno de los viajeros empieza a sospechar y decide no dormir, sino observarla en secreto. Descubre que la anciana en realidad está afilando un cuchillo enorme y tiene una especie de sonrisa macabra. El viajero escucha que la anciana murmura sobre cómo devorará a los visitantes mientras duermen.
Al darse cuenta de que están en peligro, el viajero despierta silenciosamente a sus compañeros y todos intentan escapar sin hacer ruido. Sin embargo, Yamauba los detecta y comienza a perseguirlos por el bosque, revelando un aspecto monstruoso con ojos que brillan en la oscuridad y uñas tan largas y afiladas como garras.
En algunas versiones, Yamauba cambia de forma para confundirlos, tomando el aspecto de sus compañeros o apareciendo y desapareciendo entre los árboles. Finalmente, los viajeros logran escapar solo gracias a que encuentran un santuario budista donde pasan la noche a salvo. La historia termina con un monje del templo advirtiéndoles sobre la maldición de Yamauba y su territorio.
Esta versión de Yamauba es particularmente aterradora porque combina temas como la magia oscura y la amenaza constante de ser engañado por una figura aparentemente inofensiva. También representa el miedo a perderse en lugares desconocidos y enfrentarse a las fuerzas implacables de la naturaleza y los espíritus malignos.
Yamauba suele ser descrita como una anciana con una apariencia inquietante o sobrenatural. Tiene un cabello largo y desordenado, y a veces se la representa con una boca oculta en la parte superior de su cabeza o en sus manos, lo que le da un aire aún más siniestro.
Como bruja, se le atribuyen habilidades mágicas, que incluyen cambiar de forma, manipular la naturaleza y crear ilusiones. Sus poderes suelen usarse para atraer a los viajeros incautos a su guarida… para posteriormente devorarlos.