Zorya es una deidad del folclore eslavo, una personificación femenina del amanecer, puede aparecer como una entidad singular, a menudo llamada "La Doncella Roja" o como las Zoryas, dos o tres hermanas que representan la mañana, la tarde y la noche.
En la tradición eslava, se dice que las Zoryas son dos, que son hijas de Dazhbog, el sol y que viven en su palacio. La primera era Zorya Utrennyaya, la estrella de la mañana. Una diosa guardiana que protege la luz. Descrita como pequeña y frágil con cabello largo y dorado. Su principal responsabilidad es abrir las puertas al amanecer para que su padre Dazbog y su carro traigan luz a la tierra.
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A veces, se le vinculaba a Perún como su esposa, en este papel, la diosa protege y acompaña a su marido en la batalla para asegurar su victoria. Sin embargo, siempre regresa a casa antes del amanecer.
La segunda Zorya es Zorya Vechernyaya, la estrella vespertina. A diferencia de quien abre las puertas del castillo al amanecer, la segunda hermana es la encargada de cerrar las puertas al anochecer.
En la tradición polaca, Zorya Vechernyaya y Zorya Utrennyaya son parte de una triple diosa. Basado en este arquetipo, las tres hermanas brillantes eran las auroras: vespertina, medianoche y matutina, siendo Zorya Polunochnaya la estrella de medianoche. Juntas custodiaban la constelación de la Osa Menor, encadenada a la estrella Polaris.
Las Zoryas son representadas como tres mujeres de distintas edades. La Zorya de la mañana es una mujer joven y hermosa que representa la nueva vida. La Zorya de medianoche simboliza a la mujer madura de mediana edad. La última Zoria permanece en la sombra, generalmente descrita como una mujer anciana y sabia, que representa el final de la vida.