Zhu-Rong (Mitología China)

Según la leyenda, Zhu-Rong vivía en un palacio ubicado en la cima de la montaña Kunlun. Desde lo alto, el dios vio el sufrimiento de la humanidad, no podían cocinar sus alimentos y en las noches estaban indefensos ante las fieras salvajes que usaban la oscuridad para esconderse.

Por ello, hizo descender leña desde el cielo y enseñó a los seres humanos cómo usar el fuego que había creado Suiren, uno de los tres augustos y cinco emperadores.

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Gong-Gong, dios del agua, envidiaba que la gente adorara a Zhu-Rong más que a él y envió contra su residencia cuatro lagos y cinco mares, apagando el fuego sagrado. Inmediatamente el mundo quedó nuevamente envuelto en tinieblas.

Indignado, Zhu-Rong montó sobre un dragón de fuego y comenzó a guerrear contra Gong-Gong. Su batalla fue épica y cataclísmica. Mientras Gong-Gong hacía que las aguas subieran y cayeran como tsunamis, Zhu-Rong contraatacaba con gigantescas columnas de fuego que evaporaban las olas.

La tierra temblaba, los cielos se oscurecían y los elementos se desataban de tal forma que parecía que el mundo mismo iba a ser destruido.

A pesar de la gran fuerza de Gong-Gong, el control y la valentía de Zhu-Rong fueron superiores. Después de una prolongada lucha, Zhu-Rong finalmente derrotó a Gong-Gong, logrando someter su poder destructivo. Pero, en lugar de aceptar la derrota con dignidad, Gong-Gong, furioso y avergonzado, lanzó un último ataque. En su desesperación, Gong-Gong golpeó violentamente el Monte Buzhou, una de las columnas que sostenían el firmamento.

Esto causó que el cielo se inclinara hacia el noroeste y la tierra se hundiera en el sureste. Como resultado de este cataclismo, el mundo quedó torcido: Los ríos cambiaron de curso, las montañas se derrumbaron y las estaciones se descontrolaron.

Para restaurar el equilibrio, la diosa Nüwa tuvo que reparar el cielo usando piedras multicolores y las piernas de una gigantesca tortuga como nuevo pilar.

La leyenda de la batalla entre Zhu-Rong y Gong-Gong se ha transmitido como una metáfora del conflicto entre los opuestos, pero también como una advertencia de los peligros de la ambición descontrolada y la necesidad del equilibrio en la naturaleza.

Zhu-Rong es representado como una figura poderosa y majestuosa. Suele ser descrito como un hombre alto y fuerte, con un porte imponente. Frecuentemente se le representa vistiendo una armadura que parece estar hecha de fuego o rodeada de llamas.

Cabalga un tigre sagrado de pelaje rojizo o un dragón de escamas dorados. Lleva una lanza o una espada, a menudo envueltas en llamas.

Zhu Rong es capaz de crear, manipular y extinguir el fuego a voluntad. Esto incluye no solo las llamas comunes, sino también fuegos divinos que son más poderosos y difíciles de controlar.

Puede generar inmensas tormentas de fuego o pequeñas llamas según la necesidad, y su dominio es tan completo que las llamas no le causan daño alguno.