A la mañana siguiente, los hombres de Úlster se despiertan con la sorpresa de que se encuentran en otro lado, sobre el montículo neolítico conocido
como Brug na Bóinde, la casa y sus habitantes habían desaparecido, dejando solo atrás al niño y los potros recién nacidos.
Dectera decidió llevarse al niño a casa, pero desgraciadamente enfermo y murió al poco tiempo. Entonces, el dios Lugh se apareció ante Dectera,
revelándole que él fue su anfitrión aquella noche y que ahora ha introducido en su seno a su hijo, al que debe llamar Setanta.
Otra versión más tardía y conocida, narra que Dectera era hermana de Conchobar e hija del druida Cathbad.
Un día la princesa se esfumo de la capital, estando desaparecida por largo tiempo. Como en la versión anterior, los hombres de
Úlster parten de cacería, les sorprende una nevada y buscan refugio en una casa cercana.
Son recibidos por Lugh en su casa, pero esta vez su mujer, quien trae al mundo al varón, es la propia Dectera,
reapareciendo tras largo tiempo. La mujer nombro a su hijo Setanta, y los nobles discutieron sobre quién iba a ser su padre adoptivo,
no obstante, el sabio Morann les dice que deben adoptarlo entre varios:
El propio Cochobar; Sencha mac Ailella, quien le enseñará sentido común y elocuencia; el adinerado Blaí Briugu, que le protegerá y le mantendrá;
el noble guerrero Fergus mac Roy, que cuidará de él y le enseñará a proteger a los más débiles; el poeta Amergin, que le instruirá, y su mujer Finchoom, que le criará.