La diosa Morrigan, también llamada Morrigu, es la deidad de la muerte, la guerra y la destrucción en la mitología celta irlandesa, pertenece a la raza divina de los Tuatha Dé Danann, su nombre significa "Gran Reina" o "Reina Espectral". Como diosa de la guerra es portadora de la muerte, pero también representa la renovación y la muerte que con su sacrificio da a luz a una nueva vida.
Se dice que la diosa Morrigan asistía a todas las batallas, pues era ella quien infundía la furia y la fuerza a los soldados, era sumamente temida entre los guerreros, pues se creía que el solo verla era un presagio de muerte inminente.
A menudo se le consideraba como la unión de tres diosas en una, estas eran: Macha, Badb y según la versión Morrigan o Nemain, las tres eran hermanas e hijas de la diosa Ernmas. Aunque, se les consideraba una sola entidad, a la que se le conocía como "La Morrigan".
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Cuando la diosa tomaba el nombre de Macha adquiría las propiedades de la fertilidad, con la figura de Badb era una temible y poderosa diosa de la guerra, la deidad se presentaba en los campos de batalla con la forma de una corneja, instigando y despertando la ira de los guerreros, mientras que luego de la batalla se presentaba como Morrigan o Nemain, andando entre los cadáveres con una figura fantasmal o como un cuervo que picotea los cuerpos de los caídos.
Durante una de las tantas batallas entre los Tuatha Dé Danann y Fomoré, los dioses de la muerte intentaron destruir el grano, la fruta y la leche de los Tuatha Dé, no obstante, fueron detenidos por Morrigan y Midir, entre ambos lograron defenderse de los fomorianos y hacerlos escapar, tras su victoria, Morrigan invoco los poderes de la naturaleza y proclamo para los Tuatha Dé el dominio de las montañas reales de Irlanda, sus aguas y las desembocaduras.
Se dice que la diosa Morrigan llego a enamorarse de quien ella decía era el único digno de su amor, el gran guerrero mortal Cuchulainn. Se le presento al héroe con la forma de una hermosa y joven mujer, sin embargo, fue rechazada, pues Cuchulainn solo deseaba disfrutar del fervor batalla, lo que causo que Morrigan se ofendiera e intentara atacarlo en diversas ocasiones, no obstante, Cuchulainn siempre salía victorioso, al final la diosa logro llevarlo hasta su destino, la muerte, de la que no se puede escapar por más fiero y poderoso que se sea.
Los guerreros temían a Morrigan, ya que sabían que el solo verla era un terrible presagio de muerte, no obstante, solían convertir este aspecto a su beneficio, pues tomaban su ira y hambre de muerte a su favor y en contra de sus enemigos, atribuyendo su aparición a la futura muerte de sus enemigos. Se creía que nadie podía vencer a Morrigan y que todos sus enemigos estaban destinados a perecer, cosa que simbolizaba a la ineludible muerte, esto también hacía que se le identificara con el destino.
La diosa Morrigan es representada siempre portando armadura y armas de combate. Se le solía ver con un aspecto siniestro y fantasmal o como un cuervo que ronda los campos de batalla tras la lucha, aunque, también solía adoptar la forma de una corneja negra que sobrevolaba los enfrentamientos.
Los poderes de Morrigan eran enormes y variados, era capaz de tomar la forma de un cuervo o corneja, aspectos que solía utilizar con frecuencia, pero también podía metamorfosearse en distintos animales como lobos, vacas, osos y demás. Como diosa de la guerra infundía poder y fuerza a los guerreros sin importar si eran dioses o mortales, era tal el vigor infundido por Morrigan que los luchadores se llenaban de una ira asesina que los volvía imparables. Su faceta de renovadora otorga fertilidad y vida, mientras que como deidad de la muerte podía llevar a un destino fatal a cualquiera. Por si fuera poco, era una poderosa guerrera y usuaria de la magia negra, se decía que su poder era tan grande como su apetito sexual, que era insaciable.