Mastema

¿Quién es Mastema?

Mastema es una figura oscura de la tradición del judaísmo apócrifo. Considerado un ángel por algunos y un demonio por otros. Actúa como el adversario y acusador de la humanidad, similar a la figura de Satanás en otros textos religiosos.

Se dice que Mastema le pidió a Dios que le permitiera tener demonios como sus subordinados. Rogó para que permitiera que los espíritus de los Nefilim permanecieran en la Tierra, para que puedan corromper y extraviar a los hombres antes del juicio.

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En los Fragmentos Sadocitas y los Rollos del Mar Muerto, es el ángel del desastre, el padre de todo mal y un adulador de Dios. En algunas escrituras, se dice que se convirtió en un ángel caído, aunque otros piensan que puede haber formado parte de los Nefilim.

En el "Libro de los Jubileos", se describe que cuando los "Vigilantes" se unieron con mujeres humanas y engendraron a los Nefilim, hubo un gran derramamiento de sangre y caos en la tierra. Dios decidió purgar el mundo del mal enviando el diluvio y a Miguel junto a su ejército celestial.

Tras esto, todos los espíritus malignos, los hijos de los Vigilantes, fueron confinados. Sin embargo, Mastema se acercó a Dios y le suplico que se le permitiera mantener el control de un pequeño grupo de estos espíritus para ayudarlo en su tarea de tentar y castigar a la humanidad.

Dios aceptó su petición, concediéndole un décimo de los espíritus malignos para que Mastema pudiera cumplir su propósito. De esta forma, Mastema se convirtió en el líder de estos espíritus, y su papel era asegurar que los humanos fueran probados y castigados cuando se desviaban del camino de Dios.

Mastema también aparece en la historia de la prueba de Abraham. Según este texto, cuando Dios decidió probar la fe de Abraham pidiéndole que sacrificara a su hijo Isaac, Mastema fue quien sugirió la prueba a Dios, pues acusó a Abraham, diciendo que su lealtad no había sido suficientemente probada.

Dios permitió la prueba, pero al final intervino para evitar que Abraham sacrificara a Isaac.

Mastema también aparece como el adversario de Moisés. Cuando este y los israelitas estaban saliendo de Egipto, Mastema intentó obstaculizar su liberación enviando espíritus malignos para hacer que el faraón y los egipcios persiguieran a los israelitas. Durante la noche de la Pascua, Mastema también trató de matar a sus primogénitos, pero fueron protegidos por Dios.

Mastema también es mencionado en el "Testamento de los Doce Patriarcas" un conjunto de escritos apócrifos que se atribuyen a los hijos de Jacob, los fundadores de las doce tribus de Israel. En estos textos, Mastema aparece como un espíritu maligno que incita al pecado y a la corrupción.

En el "Testamento de Rubén," Mastema es el demonio que inspira la lujuria, lo cual es consistente con su papel general de tentar a los humanos. En el "Testamento de Dan," es mencionado como el "príncipe del odio" y se lo ve como la fuente de las enemistades y divisiones entre los hermanos.

Aquí, la figura de Mastema se amplía para abarcar no solo la tentación individual, sino también la discordia y el conflicto comunitario.

A lo largo de los textos, Mastema actúa como el acusador y el que presenta tentaciones y obstáculos para probar la fe y la rectitud de la humanidad. Su función es, en muchos sentidos, la de un "fiscal" en el tribunal divino, asegurándose de que las almas humanas sean probadas para demostrar su fe.

Mastema es visto por algunos estudiosos como una representación más primitiva de la idea de Satanás, aunque con algunas diferencias. En lugar de ser un rebelde absoluto contra Dios, Mastema es un agente que trabaja dentro del plan divino, llevando a cabo tareas necesarias, aunque desagradables para probar la virtud humana. Similar a Iblis en la tradición islámica.

Por su parte, en las tradiciones gnósticas y esotéricas, Mastema es interpretado como un "ángel caído" o incluso como un "arconte". Estas interpretaciones ven a Mastema no solo como un tentador, sino como un ser que desempeña un papel en el dualismo cósmico entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad.