El Oráculo de Delfos era un santuario sagrado consagrado al dios de las artes Apolo, este dios solar utilizaba su recinto para bajar de los cielos y tocaba la lira para las Musas y las Náyades divinidades menores del canto y la poesía. A este lugar acudían los mortales en busca de consejos, los cuales eran otorgados por los oráculos que servían como puente para los mensajes que enviaban los dioses a los hombres.
El oráculo es de gran importancia en diversos mitos, pues, siempre que un mortal requería consejo o adivinación se acudía a las pitonisas que mediante transes y alucinaciones interpretaban la voluntad de los dioses. Fueron diversos los mortales que acudieron al templo de Apolo pero por mucho las más importantes fueron las peticiones del rey Egeo cuando solicito consejo al Oráculo con el fin de obtener un hijo barón, Egeo recibió de la pitonisa el mensaje "No abras tu odre hasta que regreses a Atenas" y culmino con el nacimiento de su hijo Teseo.
Otro que busco consejo en Delfos fue el héroe de héroes Heracles, quien, tras su ataque de locura ocasionado por la reina del Olimpo Hera y asesinar a su familia, busco penitencia en el Oráculo de Delfos quien lo mando al rey Euristeo y este le encargaría diferentes trabajos para lavar su culpa. Más tarde y tras otro asesinato Heracles busco un nuevo comienzo junto a su esposa Deyanira y el oráculo le indico donde debía recomenzar su vida.