Leshy (Mitología Eslava)

Dios del Bosque

El Leshy es una deidad de los bosques, perteneciente a la mitología eslava. Este dios gobierna el bosque y administra la deforestación y la caza. También se le conoce bajo los nombres de Borovoi, Leshak, Lisovik y demás.

Se cuenta que el Leshy es el amo de todos los animales que viven en el bosque, era tal su control sobre ellos, que muchos interpretaban que cada movimiento de los animales es una orden del Leshy. Para no molestarlo y obtener su favor, los cazadores intentan halagarlo, así este les permite entrar al bosque a cazar.

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La actitud de Leshy hacia los humanos varía dependiendo de cómo interactúan con el bosque, pero en general es bastante temperamental. Le gusta silbar y gritar con voz terrible para asustar a la gente, además, disfruta desorientando a los viajeros.

Si Leshy da una vuelta alrededor de una persona, ésta se desorienta, únicamente se puede escapar de su hechizo si se lleva la ropa al revés hasta llegar a tu destino. También suele perder a los vagabundos y llevarse a los jóvenes, a quienes difícilmente se les vuelve a ver.

El Leshy se esconde en los huecos y raíces de los árboles caídos, desde donde vigila a quienes entran en su bosque. Cuando comienza el invierno se retira a su hogar en lo profundo del bosque, protegido por densos e intransitables matorrales y árboles caídos, los cuales permanecen sin congelar incluso durante las nevadas. Se cree que los animales suelen acudir a este lugar para morir, así son despedidos por Leshy.

El aspecto del Leshy no está realmente definido, pues es capaz de adaptar cualquier forma. Normalmente se presenta como un hombre muy anciano, con larga barba, ramas y enredaderas que sobresalen de su cuerpo y rodeado de todo tipo de animales.

Cuando se enfurece se le ve con piernas y cuernos de macho cabrío, se cubre con un manto oscuro de hojas secas, lo rodea un aura de oscuridad, su rostro desaparece y su cabeza es remplazada por el cráneo de un ciervo.

Algunos también dicen que puede adoptar un aspecto deformado y monstruoso, en cuyo cuerpo se unen todo tipo de criaturas vegetales y animales, como una amalgama de fauces, garras, ramas y hojas, que destruye y devora todo a su paso. Afortunadamente estos aspectos aterradores solo los toma para defender los bosques, así que, aquellos que respetan la naturaleza pueden sentirse a salvo.

Este dios puede adoptar cualquier forma y tamaño, puede ser tan pequeño como la hierba o tan alto como el más grande de los árboles. Controlaba a los animales y las plantas, e incluso podía hacerlos crecer o crear criaturas híbridas que ataquen a los enemigos del bosque.