Jowangshin es la deidad del fuego y el hogar del chamanismo coreano. Para adorarla como diosa del hogar, las amas de casa le dedicaban diversos rituales en los cuales se le ofrecían ofrendas al fuego para mantenerlo avivado. En la actualidad ya no es objeto de adoración, pero sigue siendo una de las deidades coreanas más conocidas.
Se considera que Jowangshin fue adorado por el pueblo coreano durante milenios siendo el siguiente el ritual más conocido: Se creía que Jowangshin encarnaba un cuenco de agua sostenido en un altar de arcilla sobre el hogar. La ama de casa se despertaba temprano todas las mañanas y vertía agua fresca de un pozo cercano en el tazón, luego se arrodillaba ante él y deseaba buena suerte para su familia.
Además, durante los festivales se honraba a Jowangshin con frutas y Tteok (un pastel de arroz).
Como se creía que Jowangshin anotaba los acontecimientos de la casa y los transmitía al cielo, las amas de casa tenían que seguir cinco reglas:
Era de suma importancia cumplir con las reglas, pues de lo contrario Jowangshin podía vengarse de aquellos que no respetan los cinco tabúes.
En el Seong-jugut, el Canto de la deidad guardiana del hogar, aparece el enviado del cielo conocido como, Okhwang Chasa, este desea entrar a la casa de Hwangu-yangssi, sin embargo, no le es posible, pues teme a la gloriosa e intimidante armadura de Hwangu-yangssi. No obstante, Jowangshin le revela como puede deshacerse del obstáculo que la armadura representa.
Al amanecer Hwangu siempre se despoja de su armadura y sube una montaña para visitar a sus padres, es en este momento cuando Okhwang debe aprovechar para capturarlo. Okhwang cuestiono a Jowangshin por que lo ayudaba y esta le revelo el porqué de su traición a su maestro, resulta que Hwangu-yangssi siempre arroja sus zapatos embarrados de lodo en la cocina y su esposa Makmak Buin pone cuchillos sobre la chimenea. Violando las leyes del hogar y ganándose su furia.
Este mismo aspecto se muestra en el Jangja Puli. Allí, los tres dioses de la muerte, Gangrim Dor-yeong, Hae Wonmaek y Yi Deokchun reciben la ayuda de Jowangshin en su intento de enviar al malvado Sama-jangja al inframundo. Aquí, ella aparece como una anciana con una corona hecha de siete tesoros.
La diosa les revela a los dioses de la muerte que Sama-jangja está durmiendo en las habitaciones de los visitantes para evitar la muerte. En esta ocasión el motivo de esta traición es que Sama-jangja pone los pies sobre la chimenea todas las mañanas y tardes y arroja cuchillos por la cocina.
Como podemos ver por lo narrado anteriormente Jowangshin ha demostrado ser furiosa y vengativa, pero también puede ser una deidad benevolente. En el Chasa Bonpuli, la esposa del héroe le sirve pastel de arroz a Jowangshin, mientras Gangrim Doryeong se preparaba para su búsqueda. Cuando Gangrim se dirige al oeste hacia el inframundo, encuentra a una vieja que tenía la espalda doblada. Intenta alcanzarla, pero no importaba cuánto corriera, nunca podría alcanzarla. Cuando casi se desmaya de fatiga, la anciana se sentó debajo de un árbol. Ambos sacaron su Tteok y comenzaron a comer.
La anciana luego reveló que ella era Jowangshin, y que le había guiado hasta el momento. También dijo que había 78 senderos más, pero que solo ese lo conduciría al inframundo. Jowangshin también le mencionó que su ayuda se debía a su esposa, la cual hizo que dejara el desprecio que Jowangshin tenía personalmente por Gangrim.
Jowangshin, no solía ser representada con una forma en específico, solo se creía en ella como la esencia que habitaba dentro de la llama de los hogares. Y durante algunos rituales se le presentaba como el agua dentro de un cuenco.
Jowangshin es una deidad que protege los hogares de los espíritus y seres oscuros o con malas intenciones. Ayuda a los habitantes de los hogares con suerte y calor, pero si estos incumplen las reglas del hogar es vengativa e implacable.