El Behemot es una bestia de la mitología hebrea. Aparece mencionado en la biblia y en otros escritos antiguos de las religiones abrahámicas. Es uno de los tres titanes del mundo hebreo antiguo, creados por Dios para resguardar cada uno de los planos del mundo.
Behemot es el monstruo inconquistable de la tierra, el Leviatán es el monstruo primitivo de las aguas y el Ziz el monstruo primordial del cielo.
Se cuenta que, tras culminar la creación del mundo, Dios origino a tres criaturas colosales para que rigieran sobre el mar, el cielo y la tierra y a su vez protegieran a las criaturas que ahí habitan.
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El incontenible Behemot fue creado para dominar a las bestias y animales vulnerables de la tierra. En la Hagadá, un texto judío, se menciona que el Behemot alcanza su punto máximo en el solsticio de verano de cada año solar. En esta época del año, Behemoth libera un fuerte rugido que hace temblar de miedo a todos los animales, con este rugido los vuelve menos feroces durante todo un año. Como resultado, los animales débiles viven más tranquilos y sin temer en todo momento a las fieras salvajes.
Este fenómeno mítico se muestra como un ejemplo de misericordia y bondad divina, pues según las tradiciones, sin el rugido de Behemoth los animales se volverían más salvajes y feroces y, por lo tanto, andarían matándose unos a otros y a los humanos.
Según Enoc, tras su creación, el Behemot y el Leviatán estaban juntos, sin embargo, fueron separados. Una explicación a esta idea, sugiere que al principio de los tiempos ambas bestias habitaban en el océano, pero al ser este insuficiente para contenerlos a ambos, Behemot, el monstruo terrestre masculino invencible, fue sacado del mar y llevado a vivir en las montañas.
Algunas versiones de este pensamiento, proponen una suposición, que parte de la declaración del judío Rashi, en la cual se dice que al principio Dios creo dos Leviatanes, un macho y una hembra. Rashi menciona que la hembra fue destruida por Dios para que no se reprodujeran, no obstante, Enoc menciona que el Leviatán es una hembra, por lo que en realidad Dios se deshizo del macho, pero no destruyéndolo si no transformándolo en el Behemot. Desde entonces Leviatán habita en el Abismo y Behemot en el desierto invisible al este del Jardín del Edén.
En su Libro, Enoc describe a Behemot y Leviatán de la siguiente manera:
Y en ese día se separarán dos monstruos, una hembra llamada Leviatán, que morará en el abismo sobre donde manan las aguas, y un macho llamado Behemot, y ocupará con sus pechos un desierto inmenso llamado Dandain.
En otras leyendas hebreas se dice que el Behemot y el Leviatán son enemigos y que se enfrentaron al principio de los tiempos. El Titan de la tierra intento atravesar a la serpiente con su enorme cuerno, lanzando poderosas embestidas, pero el pez repelió sus ataques con sus duras aletas. Provocando violentos estruendos por todo el mundo.
Otras versiones sostienen que esta pelea se llevara a cabo en el fin de los tiempos, durante el juicio final. Cuando Dios acabará con ambos y los servirá en un banquete para los justos.
La descripción más detallada de este titan, esta en el libro de Job, en un discurso dado a este directamente de la boca de Dios:
Come hierba, como el ganado. Su fuerza está en sus lomos, su poder en los músculos de su vientre.
Levanta su cola como un cedro; Los tendones de sus muslos están unidos.
Él es la primera de las obras de Dios; Sólo su Hacedor puede desenvainar la espada contra él.
Los montes le dan frutos, donde juegan todas las bestias del campo.
Se acuesta bajo los lotos, al amparo de los juncos del pantano.
Los lotos lo envuelven de sombra; Los sauces del arroyo lo rodean.
Él puede frenar el río para que no corra; Confía en que la corriente brotará a sus órdenes.
¿Puede alguno tomarlo cuando está vigilante, y perforar su nariz?
El Behemot es un ser de fuerza y resistencia inconmensurable, su piel es invulnerable ante cualquier arma, los hombres no pueden domarlo ni dañarlo, pues solo Dios, su creador, puede vencerlo.